-DEL ÉXTASIS A LA MUERTE-
<< El consumo de pastillas de éxtasis se dispara
entre la juventud>>
<<Cada vez son más fuertes las composiciones de
esta droga>>
Tienen entre 12 y 23 años. Los vemos cada día, sanos, alegres,
capaces de superar lo que se les ponga por delante. Es difícil imaginarles
haciendo algo malo. Y sin embargo, muchos de ellos, al llegar al fin de semana,
se transforman. Mientras sus padres están en casa, ellos, chicos y chicas, son
capaces de estar bailando tres días seguidos sin parar, utilizando todos los
medios a su alcance para conseguir que el cuerpo aguante. Así es la realidad.
El fin de semana se convierte en un largo camino que rompe todos los márgenes
prohibidos, porque lo importante es llegar al lunes y no haber parado.
Las pastillas que se venden en el mercado son cada vez
más puras, llegando a tener un 80% de pureza (casi el triple de lo normal) las
últimas pastillas examinadas. Estas pastillas son básicamente efedrina, cocaína
y anfetaminas clásicas en grandes dosis. Los laboratorios clandestinos donde se
fabrican están en todas partes, incluido el territorio español. Estos reciben
el polvo para fabricar las pastillas, pero lo adulteran con otras sustancias
para aumentar la cantidad que se vende y sus efectos excitantes con el
propósito de producir, mediante variaciones en la estructura química, efectos
similares o más potentes que los de las drogas clásicas. La suma de varias
sustancias estimulantes puede ser muy peligrosa y en algunos casos, mortal.
Después de ingerirse esta, comienza a subir la temperatura corporal, también
las pulsaciones cardiacas, la respiración y la tensión arterial. Con esta
estimulación rápida y brusca la temperatura del cuerpo puede llegar hasta los
41 grados, con lo que el corazón pasa a tener más de 200 pulsaciones y la
respiración pasa de 15 por minuto a más de 30, con lo que fracasa todo el
metabolismo.
Las drogas ya no son cocaína o heroína. El sida ha
cambiado muchos hábitos y la química nos ha invadido. El viejo porro parece
haber pasado a mejor vida. La coca sigue siendo sólo para la gente que puede
pagarla, por el contrario, las pastillas se han apoderado de esa masa de
adolescentes, ávidos de sensaciones.
Las pastillas son baratas y efectivas. Por la fabricación de una pastilla el químico puede
cobrar 0,1€, los camellos compran cada pastilla por una cantidad que oscila
entre 0,3€ y 1€ y el precio que paga el consumidor por cada una generalmente
oscila entre 7€ y 12€.
Algunos de los efectos que puede causar una sola
pastilla son:
-
Sensación de intimidad con otras personas.
-
Facilidad para la
comunicación.
-
Aumenta la seguridad en
uno mismo.
-
Aumenta el estado de
alerta sin causar distorsión en las percepciones.
-
Aumento de la energía
muscular y capacidad de movimiento.
-
Depresión.
Estos efectos duran entre
tres y cinco horas tras su ingestión.
Médicamente se dice que no
crean adicción, así que para si mismos, no son drogadictos, sólo adictos
psíquicos del fin de semana, pero muchas personas lo toman con mucha frecuencia
y se llega a convertir en el centro de sus vidas.
Desde el año 1994 hasta el año 2001 sólo se habían
registrado 10 casos de muerte por éxtasis, pero últimamente el consumo de
pastillas de éxtasis se ha disparado entre la juventud, causando en el mes de
marzo varias muertes y más de 20 casos de intoxicación múltiple en una fiesta
que tuvo lugar en Málaga. Al hospital llegaron dos de los fallecidos, de 19 y
20 años, un chico de 21 y una chica tan sólo de 12, que estuvieron unos días
ingresados. Además de reconocer haber ingerido éxtasis, los jóvenes también
tomaron alcohol, con lo que el riesgo de sufrir una mala reacción aumenta enormemente.
Hay muchas personas que son especialmente sensibles
al éxtasis y hasta una dosis muy pequeña puede producirles consecuencias muy
graves. Se ha comprobado que la muerte por éxtasis se produce cuando los
riñones y el hígado fallan, es decir, al ser los riñones los que filtran la
sangre, cuando dejan de funcionar, la sangre entra en coagulación diseminada.
El efecto que produce en el cerebro una pastilla se nota a largo plazo.
1-
Escáner de un cerebro con actividad química normal.
2- Escáner de un cerebro tres semanas después de consumir éxtasis.
Creo que es una pena que tengan que ocurrir desgracias
semejantes para que reflexionemos sobre esta mortífera pastilla. Todos los que
toman éxtasis, si aún aprecian su vida, deberían informarse sobre esto y evitar
su consumo. Aunque el éxtasis dé unas sensaciones muy fuertes, del éxtasis a la muerte sólo hay un paso.
Trabajo realizado por:
Óscar
López de Ahumada Peña